A comienzos de 2017 el Instituto recibió los archivos de Daniel Rey Piuma. Aunque su nombre no es muy conocido, su vida sin dudas estuvo marcada por las dictaduras militares establecidas en América Latina en la década de 1970.
Cuando era conscripto, Rey Piuma (que nació en Montevideo en 1958) fue enviado a trabajar para el servicio de inteligencia de la marina uruguaya.
En 1976, Jorge Videla llegó al poder en Argentina a través de un violento golpe militar que depuso a Isabel Perón.
Durante el reino de terror que sobrevino bajo la Junta Militar, era común que los opositores políticos, después de ser torturados, fueran arrojados desde aviones al Río de la Plata y al Océano Atlántico, vivos o muertos. Muchos cuerpos aparecieron en las orillas cercanas a Montevideo, en el vecino Uruguay. El régimen uruguayo trabajaba en estrecha alianza con la dictadura argentina: aun así, los cadáveres que aparecían en las orillas fueron fotografiados y documentados por el servicio de inteligencia.
Piuma decidió hacer público este único material secreto, y luego de ser traicionado consiguió con lo justo escapar a Brasil. Entre las ropas que vistió durante su huida había una gran cantidad de microfilms y otros materiales. En Brasil seguía temiendo por su vida, y en 1980 se exilió en los Países Bajos con ayuda de una delegación holandesa encabezada por Liesbeth den Uyl, esposa del ex primer ministro.
Piuma se asentó en Ámsterdam, se formó como diseñador gráfico y trabajó durante muchos años para la imprenta municipal.
Sin embargo, Piuma quería hacer pública su historia y llamar la atención sobre la evidencia única que había logrado sacar de la Argentina. Finalmente, en 2012 tuvo oportunidad de contar su historia a un tribunal argentino, entregando fotografías de las víctimas y documentos sobre sitios secretos de tortura, contribuyendo así a hacer pública la verdad.
Piuma salió en los diarios cuando, en las vísperas de la boda del príncipe Willem-Alexander y Máxima Zorreguieta, en 2002, protestó en la plaza Dam, en Ámsterdam. Levantó un cartel que denunciaba los crímenes de la dictadura militar argentina y los años de silencio que les siguieron. Piuma fue arrestado, su casa fue revisada y su computadora fue secuestrada. Fue a juicio por insultar al príncipe y a su mujer.
Murió en Ámsterdam el 21 de agosto de 2016, luego de una breve enfermedad.
Su viuda donó su archivo al Instituto. Contiene correspondencia y otros documentos relacionados con las prácticas de tortura en Argentina, con la evidencia que pudo recoger y con las variadas ocasiones en que tuvo ocasión de contar su historia. (Bouwe Hijma)
Traducción: Lucas Poy